Un nuevo estudio ha descubierto 15 factores de riesgo que podrían desencadenar una demencia precoz, entre los que se incluyen el consumo de alcohol, problemas de salud mental e incluso un déficit de vitamina D.
El consumo de alcohol, la depresión y la falta de vitamina D pueden desencadenar una demencia precoz, advierte un nuevo estudio. Los investigadores han identificado 15 factores de riesgo -que van desde la predisposición genética hasta el estilo de vida y las influencias ambientales- que "elevan significativamente" el riesgo de padecer esta enfermedad, más comúnmente asociada a las personas mayores.
Otros factores de riesgo son los accidentes cerebrovasculares, el aislamiento social, la pérdida de audición y las cardiopatías. Las personas con demencia precoz o de aparición temprana desarrollan los síntomas entre los 30 y los 60 años.
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El nuevo estudio, en el que han participado más de 350.000 británicos, es el mayor realizado hasta la fecha y desmiente la idea, hasta ahora aceptada, de que la genética es la única causa de esta enfermedad debilitante.
Se espera que la investigación pueda ayudar a prevenir el desarrollo de esta enfermedad cerebral en personas más jóvenes, centrándose en los factores de salud y estilo de vida identificados. La demencia es un término genérico que engloba el deterioro de la capacidad de recordar, pensar o tomar decisiones que interfiere en las actividades cotidianas, de las cuales la enfermedad de Alzheimer es la más común.
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Aunque la demencia afecta principalmente a personas de edad avanzada, la enfermedad no forma parte del envejecimiento normal y puede afectar a personas de tan sólo 30 años. Sin embargo, se ha investigado relativamente poco sobre la demencia de inicio precoz, a pesar de que cada año se producen unos 370.000 nuevos casos de demencia de inicio precoz en todo el mundo.
El nuevo y revolucionario estudio, de la Universidad de Exeter y la Universidad de Maastricht, ha realizado un seguimiento de más de 350.000 participantes menores de 65 años de todo el Reino Unido en el estudio Biobank.
Los investigadores evaluaron una amplia gama de factores de riesgo de desarrollar demencia, desde predisposiciones genéticas hasta influencias ambientales y del estilo de vida. Los resultados del equipo revelaron que una menor educación formal, un nivel socioeconómico más bajo y la variación genética estaban relacionados con la demencia de aparición temprana, al igual que factores del estilo de vida como el trastorno por consumo de alcohol y el aislamiento social.
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Los problemas de salud, como la carencia de vitamina D, la depresión, los accidentes cerebrovasculares, las deficiencias auditivas y las cardiopatías, también aumentaban significativamente el riesgo de demencia precoz.
Los factores de riesgo son similares a los asociados al riesgo de demencia de aparición tardía. El profesor David Llewellyn, de la Universidad de Exeter, destacó la importancia del estudio al revelar riesgos evitables de la enfermedad desconocidos hasta ahora.
"Este estudio pionero ilustra el papel crucial de la colaboración internacional y los macrodatos en el avance de nuestra comprensión de la demencia", afirmó. Aún queda mucho por aprender en nuestra misión continua de prevenir, identificar y tratar la demencia en todas sus formas de forma más específica".
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"Se trata del mayor y más sólido estudio de este tipo jamás realizado. Resulta emocionante que, por primera vez, revele que podemos tomar medidas para reducir el riesgo de padecer esta enfermedad debilitante actuando sobre una serie de factores".
El Dr. Stevie Hendriks, investigador de la Universidad de Maastricht (Países Bajos), añadió: "La demencia de aparición temprana tiene un impacto muy grave, porque las personas afectadas suelen seguir teniendo trabajo, hijos y una vida ajetreada. Se suele suponer que la causa es genética, pero en muchos casos no sabemos exactamente cuál es. Por eso quisimos investigar también otros factores de riesgo en este estudio".
El estudio, que cuenta con el apoyo de otras diez instituciones, entre ellas Alzheimer's Research UK, es el primero que demuestra la relación entre los problemas de salud mental y la demencia de aparición temprana.
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"Ya sabíamos por investigaciones sobre personas que desarrollan demencia a edades avanzadas que hay una serie de factores de riesgo modificables", explicó Sebastian Köhler, catedrático de Neuroepidemiología de la Universidad de Maastricht.
"Además de los factores físicos, la salud mental también desempeña un papel importante, como evitar el estrés crónico, la soledad y la depresión. El hecho de que esto también sea evidente en la demencia de aparición temprana me sorprendió, y puede ofrecer oportunidades para reducir el riesgo también en este grupo."
La Dra. Janice Ranson, investigadora principal de la Universidad de Exeter, afirmó que la investigación podría anunciar una "nueva era" en la reducción del número de jóvenes afectados por esta enfermedad: "Nuestra investigación abre nuevos caminos al demostrar que es posible reducir el riesgo de demencia de aparición temprana. Creemos que esto podría anunciar una nueva era en las intervenciones para reducir los nuevos casos de esta enfermedad".
La Dra. Leah Mursaleen, Jefa de Investigación Clínica de Alzheimer's Research UK, que cofinanció el estudio, afirmó: "Estamos asistiendo a una transformación en la comprensión del riesgo de demencia y, potencialmente, en la forma de reducirlo tanto a nivel individual como social.
"Este estudio pionero arroja una luz importante y muy necesaria sobre los factores que pueden influir en el riesgo de demencia de aparición temprana. Comienza a llenar un importante vacío en nuestros conocimientos. Será importante aprovechar estos hallazgos en estudios más amplios".
El estudio se publicó en la revista científica JAMA Neurology.