Cuando ya han pasado 17 años desde su lanzamiento, Lars Ulrich defendió completamente el sonido de la batería en "St. Anger".
Aquel disco de Metallica todavía es objeto de controversias tanto entre los fans como en los integrantes mismos de la banda, especialmente por el sonido. Y ahora, su baterista justificó el ajuste realizado a su instrumento, cuyos golpes parecen ser el de una olla, como muchos seguidores se han dedicado a dejar en claro a través d Internet en más de una década y media.
"Lo respaldo al 100%, porque en ese momento esa era la verdad", dijo Ulrich a Eddie Trunk, asegurando que la decisión fue producto de su personalidad, pues "siempre estoy mirando hacia el futuro, a lo que viene".
Respecto al particular sonido de la batería, Lars Ulrich lo explicó con la siguiente historia: "James Hetfield estaba tocando un riff en la cabina de control. Lo escuché y corrí a la batería, necesitaba ponerle un ritmo a aquello. Como fui tan deprisa, olvide poner los bordones. Y escuchándolo después me di cuenta de que el sonido de la batería encajaba con el riff, sonaba raro y algo genial. Y entonces dejé los bordones sin tensar durante el resto de las sesiones, más o menos. Y mi idea es que era interesante, que era diferente. Sabía que iba a fastidiar a algunas personas".
¿Se arrepiente de aquella decisión? El baterista comenta: "No pienso mucho en ello, para ser honesto, salvo cuando me lo preguntan en entrevistas. No cambiaría nada del pasado. Por supuesto, depende de lo lejos que lo lleves. Sí que cambiaría cosas como accidentes de bus y cosas así. Pero lo que quiero decir es que no me paso demasiado tiempo pensando en lo que podríamos no haber hecho o en lo que pudiéramos haber realizado en su lugar. Siempre estoy demasiado ocupado con lo que vamos a hacer después".