En el día nacional del Perú hacemos un homenaje a dos precursores de la independencia americana y que se educaron en Cuzco y Londres (las capitales de los dos más grandes imperios que hayan tenido, respectivamente, los hemisferios sur y norte): Juan Santos Atahualpa y Juan Pablo Vizcardo y Guzmán.
Para muchos el título de esta nota recordará al cantante colombiano, pero esta columna se da para rendir homenaje a dos figuras históricas de nombre Juan que nacieron en la sierra sur del Perú en la primera mitad del siglo XVIII, que vivieron en Londres, que fueron educados por jesuitas y que jugaron un rol clave en preparar los cimientos para la independencia. Uno es Juan Santos Atahualpa (1710-1756) y el otro es Juan Pablo Vizcardo y Guzmán (1748-1798).
Mientras que el Perú siempre celebra el aporte de otros hispanoamericanos que llegaron a sus tierras para emanciparle, es bueno que en esta ocasión se conmemore el aporte de otros peruanos quienes sentaron las bases de lo que serían los movimientos libertadores de toda América.
Juan Santos Atahualpa nació en Cuzco y provenía de la nobleza inca. Viajó por España, Inglaterra, Francia y Angola. En 1742 se estableció en Chanchamayo, en la selva de Junín, desde donde iniciaría el único levantamiento indígena que logró expulsar a los españoles del país.
Juan Santos llevaba como apellido el nombre del último inca. El se hizo llamar Apu Inka. En su reino acabó con la servidumbre y echó a los colonos y misioneros (aunque él llevaba una cruz), quienes solo regresaron a la zona después de la independencia peruana post-1821.
En 1748, en plena cúspide de la rebelión de la Amazonía central peruana, en Pompacolca (Arequipa), cerca de uno de los nevados donde surge dicho río, nació Juan Pablo Vizcardo y Guzmán. Vizcardo luego se fue a estudiar al Cuzco de la que fue echado antes del inicio de que en esa zona en 1870 Túpac Amaru II encabezase la mayor insurrección indígena de la colonia.
Vizcardo, como el resto de jesuitas tuvo que abandonar su patria tras la orden real de 1767. El se fue a vivir a Europa donde acabó en Londres. Debido al temor de las represalias españoles este conspirador mantenía un anonimato, por lo que no se le conoce su retrato, ni sus verdaderas moradas y tampoco el lugar donde fue enterrado. Se sabe que él murió en la zona de Baker Street, donde hace una década se colocó una placa en su honor.
Vizcardo hizo todo lo posible por convencer a los británicos y otras potencias para que apoyasen la rebelión de Túpac Amaru y luego tuvo el mérito de ser uno de los primeros en proponer la independencia total de las Américas, cuando hasta antes de 1810 el grueso de los criollos no pasaba de pedir algunas reformas dentro del marco del imperio español. Su Carta a los Españoles Americanos fue el manifiesto pro-independencia que utilizaron Miranda y Bolívar para agitar y liberar a los andinos.
El primero Juan mostró el ejemplo de un levantamiento anticolonial exitoso y el segundo fue un ideólogo que nutrió a los libertadores. Ambos son un orgullo para el Perú, América Latina y Londres.
Por: Isaac Bigio