El proyecto busca proteger linajes de árboles antiguos que han sobrevivido desde una época anterior a que los continentes de la Tierra se separaran.
Protegiendo la Selva Tropical
En Australia, un grupo de investigadores está llevando a cabo un proyecto ambicioso para salvaguardar los últimos fragmentos de selva tropical del continente, amenazados por el cambio climático y la actividad humana. Este esfuerzo se centra en la creación de lo que han llamado un "banco de semillas viviente", una iniciativa destinada a preservar especies ancestrales y vitales para el ecosistema australiano.
Puede leer también | Australia quiere enseñar ciberseguridad básica a niños de 5 años
El Desafío de la Selva Tropical Australiana
Históricamente, las exuberantes selvas tropicales de Australia cubrían unas 185,000 acres en la región este del país. Sin embargo, debido a la deforestación causada por la actividad humana y los incendios forestales, solo queda aproximadamente el 1% de esa área original. Este remanente está bajo una creciente amenaza debido al aumento de las temperaturas y la sequía, condiciones que afectan negativamente la diversidad y la salud de estos ecosistemas vitales.
Puede leer también | Cierran la frontera entre los 2 estados más poblados de Australia
Salvando Árboles Antiguos de Gondwana
Uno de los enfoques principales del proyecto es la preservación de especies arbóreas que tienen sus raíces en Gondwana, el antiguo supercontinente que existió hace más de 50 millones de años. Especies como el carabeen rojo (Karrabina benthamiana) y el carabeen amarillo (Sloanea woollsii) son ejemplos vivientes de linajes que se remontan a esa época ancestral. Estos árboles de dosel, que pueden alcanzar alturas impresionantes de hasta 164 pies (50 metros), desempeñan un papel crucial en la estructura y el equilibrio de los bosques tropicales.
Puede leer también | Cuidado las conexiones Wi-Fi pueden matar a los arboles
Ciencia para Salvar los Bosques Tropicales
El proyecto "Science Saving Rainforests", dirigido por la organización sin fines de lucro Big Scrub Rainforest Conservancy, se centra en la recopilación y preservación del ADN de estas especies. Este ADN se obtiene de muestras de hojas tomadas en diferentes puntos de distribución geográfica de cada especie, lo que permite a los científicos construir un genoma completo. Este enfoque no solo revela la diversidad genética dentro de cada especie, sino que también proporciona información crucial sobre cómo estas plantas pueden adaptarse a futuros cambios climáticos.
Puede leer también | Conoce las semillas con más grasas sanas para tu cuerpo
Banco de Semillas Viviente
Una vez recopilado el ADN y establecido el genoma, las especies seleccionadas se reproducen y cultivan en un "banco de semillas viviente". Este banco, ubicado en una plantación de investigación de 15 hectáreas en Nueva Gales del Sur, actúa como un reservorio para la diversidad genética esencial. En aproximadamente cinco años, las plantas cultivadas estarán listas para ser reintroducidas en los fragmentos de bosque tropical restantes, con el objetivo de restaurar la diversidad y la resistencia de estos ecosistemas vulnerables.
Puede leer también | En Seguridad Ciudadana empezemos a trabajar la raiz del mal
Perspectivas y Desafíos Futuros
Si bien el proyecto ha despertado optimismo entre los investigadores y conservacionistas, también enfrenta desafíos significativos. La dependencia de financiamiento público y privado es crucial para mantener y expandir el banco de semillas viviente. Además, las investigaciones previas han demostrado que la capacidad de adaptación de los árboles australianos al cambio climático puede ser limitada, lo que subraya la importancia de apoyo continuo y políticas de conservación sólidas.
A pesar de estos desafíos, Robert Kooyman, biólogo de plantas de la Universidad Macquarie y colaborador del proyecto, mantiene una visión optimista. Él cree que este enfoque genético podría servir como modelo no solo para la preservación de las selvas tropicales, sino también para la conservación de ecosistemas amenazados en todo el mundo. "Es un punto de partida para demostrar lo que es posible", afirma Kooyman.
Puede leer también | Brasil se plantea ponerles chips a los árboles del Amazonas