Lo más probable es que no te resulta sencillo tener esta pantalla en casa. Por un pequeño detalle, nada más. Bueno… no tan pequeño. Es que vas a necesitar una pared de unos 4 metros de ancho y 2,30 de alto. Olvídate de la estantería de sapeli tan chula de la que se encaprichó tu señora y en la que tan monos quedan los perritos de porcelana que os regalaron tus suegros.
Pero si tuvieras disponible ese espacio podrías colocar la pantalla en la que están trabajando en el NICT, el Instituto Nacional de Tecnología de la Información y las Comunicaciones Kyoto. Lo más interesante no es el descomunal tamaño, ni siquiera que sea una pantalla que te permitirá ver contenidos en 3D. Lo mejor es que no necesitarás gafas especiales para apreciar la tridimensionalidad. Y aún hay más.Podemos extraer una visión positiva de este televisor grande que te cagas, que diría el bueno de Renton.
Ya no tendrás que preocuparte del mobiliario y/o la decoración de casi 10 metros cuadrados de pared de tu hogar. Este televisor permite que múltiples espectadores se sienten delante de una gran pared y aprecien las 3D de los contenidos que aparecen en ella, porque con ese tamaño casi da reparo hablar de televisor, casi estaríamos ante una pared en la que aparecen imágenes, o en este caso, y gracias a las 3D, casi parecerá que salen de la propia pared.
El gran reto para al NICT era eliminar el “ruido” que presentaría el paralaje de las imágenes para poder ser apreciadas esetroscópicamente por distintos espectadores simultáneos, lo que han solucionado recurriendo a fuentes de luz tipo LED especiales capaces de compensar el balance de colores y la uniformidad del brillo.
No quiero ni pensar el precio que puede llegar a tener el día que empiecen a fabricarlo.